
Ayer domingo, levantó el día un poco triste y con la constante amenaza de lluvia que no llegó a cumplirse.
Raquel quería hacer algo de turismo, aunque su propuesta eran un poco lejana para el tipo de día que hacía: Quería visitar una ciudad al Norte de D-dorf llamada Münster (www.muenster.de). Debe ser muy bonita pero está a 142 km de casa y no estaba el día para hacer 300 km y arrisgarnos a no poder salir del coche por la lluvia. Aún así había que hacer una contrapropuesta para satisfacer a nuestros niños, ávidos de actividades.
Echando mano de la web de D-dorf: www.duesseldorf.de, me acordé del acuario de la ciudad.
Superando nuestra marca, coseguimos estar a las 10h30 en la calle. El acuario está en la zona norte de la ciudad, dentro del Nordpark (parque del norte) y cerca del ferial. Es un edificio no muy grande pero con muchas peceras, que van mostrando la evolución de los mismo a lo largo de los tiempo. Desde los seres unicelulares hasta nuestro cocodrilos y lagartos actuales. La verdad es que lo tienen muy bien montado y fue muy instructiva la visita.
Los niños iban a su ritmo (más rápido que el nuestro) y se colaban entre la gente que estaba viendo las peceras. De repente oigo gritar a Marco: NEMO, NEMO, ES NEMO....Habían llegado a una gran pecera donde se hallaban todos los peces de colores que habitan lo corales de los mares cálidos. Tambien localizaron a su amiga Dori y a todos los peces de la película.

Lo más gracioso fue cuando hablando por teléfono Sofía con su tía Higinia, le contaba que había visto perros "secos".
Estos hijos van a seguir los pasos de Félix Rodríguez de Lafuente. Se vuelven locos con los animales. Y lo mejor es que no sólo con los bichos, también con la bici, la piscina,... Vamos, que les gusta la naturaleza, explorarla y disfrutar de todo lo que ofrece, agua, animales, verde, praderas, escalar... ¿Os acordáis de cuando les enseñasteis a rodar por una ladera? Al principio reparaban pero luego le cogieron el gusto.
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