Para los que no me conocen, he de contaros que uno de los métodos con el cual preferiblemente quemo el estrés acumulado, es con la bicicleta de montaña. Siempre que puedo me doy una vuelta de unas tres o cuatro horas, en las que, en función de la dificultad del terreno, recorro unos 30 a 60 Km.
Esta faceta de mi vida ha salido perdiendo con mi traslado a Dusseldorf. En parte porque al estar solos sin familia, que cuiden de los niños, puedo dedicarle menos tiempo del que quisiera, y por otra parte, la región de Dusseldorf es totalmente plana. Aquí no hay montañas, solo hay colinas con unos 200 m de altitud máxima. Tengo que recorrer unos 150 Km para encontrar “montañas” de 800m de altitud.
La Rioja es para la bicicleta un paraíso. Allí, a pie de casa dispongo de Montes de 1.100 m de altitud, pudiendo encontrar en la zona de Valdezcaray picos de 2.200 m.
Pero bueno, no todo iba a ser negativo. He de reconocer que la belleza de los bosques que en la misma ciudad puedo encontrar, y que se extienden a lo largo y ancho de la región, son difíciles de encontrar en España. Son comparables a los que nos encontramos en el Prepirineo navarro, como por ejemplo el bosque de Irati.
También he de añadir otro factor que disminuye mis posibilidades de ciclar por los alrededores de Dusseldorf: El alemán tipo no es proclive a compartir, si puede sacar negocio de algo, ¿por qué ha de compartirlo gratis? De esta faceta ya escribiré un “post” específico. Y debido a ello no encuentro ninguna página web con tracks de la zona.
Para los no entendidos, aclaro que un track no es mas que el camino a recorrer guardado en formato digital, que podemos insertarlo en dispositivos GPS y seguir una ruta sin conocerla ni haber estado nunca por la zona. Si alguien no conoce el significado de las siglas GPS, le invito a descubrirlo visitando la Wikipedia.
De todas formas, y a pesar de estos inconvenientes, el pasado domingo participé en mi primera ruta organizada por un club alemán.
A través de un foro de usuarios, concretamente el de MTB-News.de, me puse en contacto con un grupo de la ciudad de Essen (a 20km de Dusseldorf) y me invitaron amablemente a participar en su ruta. El foro, por si alguien quiere pracicar el alemán, lo encontráis aquí.
Fue una ruta de 40km con un “alucinante” desnivel acumulado de 800m, que se recorrió en 5 horas. Resultado: un poco decepcionante. Éramos 35 participantes, y había que cuidar que el grupo permaneciera junto, por lo que implicaba que cada 5 km hubiese una parada, por un pinchazo, una rotura, una “pájara”, etc. Para que os hagáis una idea, ese recorrido realizado por un grupo de 5 ciclistas se realizaría en 2h30. El recorrido fue en más de un 60% sobre asfalto y ello es debido a que esa zona, llamada el Ruhrgebiet, está tan poblada y “civilizada” que es imposible encontrar un camino de tierra. Eso si, en el 40% restante se recorría un precioso bosque
Es de admirar que en el grupo de 35 personas, había 10 mujeres (Cosa impensable en España).
También he de recalcar que el conjunto de bicicletas allí presentes, eran en un 95% dobles, pero todas de fabricación “alemana”. Las únicas marcas extranjeras que se ven por aquí son Cannodale y Specialized, el restos son Canyon, Red-Bull, Poisson,… Como bicis tienen buena pinta, aunque dudo de su efectividad como dobles, pues llevan sistemas sencillos de suspensión trasera (sin amortiguadores o sistemas inteligentes). Se veía mucho balanceo en las subidas.
Otro punto a destacar son la ausencia de neumáticos tubeless. Los que percibieron que los míos lo eran, me acribillaron a preguntas sobre fiabilidad, agarre y esas polémicas que desde hace tiempo hemos tenido.
En resumen, puedo decir que es España hay más nivel que aquí. Quizá seamos más “pijos”. Pero nada que envidiarles.
Las conversaciones dentro del grupo, eran las mismas que tenemos entre nosotros, pero en alemán. Todavía me falta vocabulario en este ámbito.
No puedo dejar sin comentar la siguiente anécdota: Como resultado de la mezcla de barro y hojas del bosque, se le rompió de cuajo a un participante el cambio trasero. De entre los ciclistas, salió uno con un cambio que tenía en la mochila. Perfecto!!! Pudimos arreglar el problema y seguir todos para adelante.
Pero la curiosidad me corroía, y no pude más que preguntarle por qué tenía un cambio en la mochila. Me respondió que tenía montado en la bici un cambio muy ligero, y que por esa causa le solía dar problemas, y para ello llevaba uno normal en la mochila. No pude más que pedirle permiso para reírme: Por querer aligerar la bici, le monta un cambio ligero pero no fiable, y lo soluciona añadiendo uno de emergencia en la mochila. En total el conjunto pesa 100 gr más.
Podéis ver fotos del acontecimiento aquí y también aquí.
13 de diciembre de 2005
Otra costumbre alemana.
Ayer fui víctima, como muchos otros conciudadanos, del robo de mi querida bici de ciudad.
Como todos los días en que la lluvia no hace acto de presencia, me trasladé con ella al trabajo. A las 16h00 cuando salí de camino a casa, con la llave en la mano y en el lugar dónde recordaba haberla dejado aparcada, me quedé como un tonto mirando un sitio vacío.
Había desaparecido hasta el candado.
Estaba todo tan vacío, que hasta me hizo dudar si había ido con la bici al trabajo.
Es una pena, pues me hacía muy buen servicio y ya sabéis que en Dusseldorf sin bici no eres nada.
Esta tarde, si tengo tiempo, iré a la comisaría a poner una denuncia. También tiene su lado positivo, así repaso el vocabulario del tema en cuestión (poner una denuncia, robar,…) y luego puedo publicar otro post con mi experiencia en una comisaría alemana.
Hoy he ido al trabajo con la bici de Raquel, que dice que no le importa que se la roben pues no le acaba de gustar cómo anda. Es un poco pesada y tiene el freno trasero en el buje trasero, lo que la hace un poco difícil de manejar.
Sniff, sniff, sniff…
Como todos los días en que la lluvia no hace acto de presencia, me trasladé con ella al trabajo. A las 16h00 cuando salí de camino a casa, con la llave en la mano y en el lugar dónde recordaba haberla dejado aparcada, me quedé como un tonto mirando un sitio vacío.
Había desaparecido hasta el candado.
Estaba todo tan vacío, que hasta me hizo dudar si había ido con la bici al trabajo.
Es una pena, pues me hacía muy buen servicio y ya sabéis que en Dusseldorf sin bici no eres nada.
Esta tarde, si tengo tiempo, iré a la comisaría a poner una denuncia. También tiene su lado positivo, así repaso el vocabulario del tema en cuestión (poner una denuncia, robar,…) y luego puedo publicar otro post con mi experiencia en una comisaría alemana.
Hoy he ido al trabajo con la bici de Raquel, que dice que no le importa que se la roben pues no le acaba de gustar cómo anda. Es un poco pesada y tiene el freno trasero en el buje trasero, lo que la hace un poco difícil de manejar.
Sniff, sniff, sniff…
Cuando los árboles no dejan ver el bosque. Münster.
Este pasado sábado y aprovechando que la tía Higinia estaba con nosotros, fuimos a visitar la ciudad de Münster, ciudad a unos 120 Km al norte de Dusseldorf. Una ciudad muy bonita y turística.
La única pega fue que esta idea la tuvieron otro millón de personas, y no estoy exagerando. Al llegar a la ciudad hacia las 11h30, vimos cómo hasta los aparcamientos más alejados estaban completos y además de autobuses de turistas. Nosotros fuimos hasta un aparcamiento de un centro comercial en la parte vieja de la ciudad. 12 € por 5 horas, creo que no os podéis quejar del precio de los parkings en España. Aquí son unos ladrones, además no han oído hablar del cobro por minuto de uso y aplican las fracciones de hora.
Caminamos por el centro de la ciudad, que como casi siempre es peatonal, pero enseguida apercibimos que estaba abarrotado de gente, además para aumentar las estrecheces, estaba el mercadillo de Navidad con sus múltiples casetas restándole superficie a las calles.
Controlar en esas condiciones a tres diablillos se hace una tarea muy difícil, pero no extraviamos ninguno. Je, je, je...
El día era muy frío, y en cuanto recorrimos todo el centro, agradecimos con creces el calor de una cafetería-restaurante, dónde comimos una pizza y unas patatas fritas.
La parte vieja de la ciudad está muy cuidada, con unas casas típicas alemanas y con su catedral, pero creo que será mejor que veáis las fotos. Además todos los bajos están ocupados por comercios con cuidados escaparates, que hacen que el arte de ir de compras sea un placer.
Por cierto, Münster es la ciudad de las bicicletas: por la cantidad de ellas que vimos circulando y aparcadas a pie de comercio, puedo compararlo con la cantidad que había en Ámsterdam.
A pesar de lo incómodo que es visitar una ciudad con tanta gente, mereció la pena, y la mereció no sólo por ver una ciudad típica alemana, sino porque pude ver por primera vez el último modelo de Porsche: el Porsche Cayman S. Estaba aparcado en el mismito centro, en la parte peatonal. En el interior había una tarjeta de un vendedor del concesionario de Münster y en el limpiaparabrisas una multa por aparcar en zona peatonal. Como dice Raquel, buen precio por tanta publicidad ante tal número de espectadores.
La única pega fue que esta idea la tuvieron otro millón de personas, y no estoy exagerando. Al llegar a la ciudad hacia las 11h30, vimos cómo hasta los aparcamientos más alejados estaban completos y además de autobuses de turistas. Nosotros fuimos hasta un aparcamiento de un centro comercial en la parte vieja de la ciudad. 12 € por 5 horas, creo que no os podéis quejar del precio de los parkings en España. Aquí son unos ladrones, además no han oído hablar del cobro por minuto de uso y aplican las fracciones de hora.
Caminamos por el centro de la ciudad, que como casi siempre es peatonal, pero enseguida apercibimos que estaba abarrotado de gente, además para aumentar las estrecheces, estaba el mercadillo de Navidad con sus múltiples casetas restándole superficie a las calles.
Controlar en esas condiciones a tres diablillos se hace una tarea muy difícil, pero no extraviamos ninguno. Je, je, je...
El día era muy frío, y en cuanto recorrimos todo el centro, agradecimos con creces el calor de una cafetería-restaurante, dónde comimos una pizza y unas patatas fritas.
La parte vieja de la ciudad está muy cuidada, con unas casas típicas alemanas y con su catedral, pero creo que será mejor que veáis las fotos. Además todos los bajos están ocupados por comercios con cuidados escaparates, que hacen que el arte de ir de compras sea un placer.
Por cierto, Münster es la ciudad de las bicicletas: por la cantidad de ellas que vimos circulando y aparcadas a pie de comercio, puedo compararlo con la cantidad que había en Ámsterdam.
A pesar de lo incómodo que es visitar una ciudad con tanta gente, mereció la pena, y la mereció no sólo por ver una ciudad típica alemana, sino porque pude ver por primera vez el último modelo de Porsche: el Porsche Cayman S. Estaba aparcado en el mismito centro, en la parte peatonal. En el interior había una tarjeta de un vendedor del concesionario de Münster y en el limpiaparabrisas una multa por aparcar en zona peatonal. Como dice Raquel, buen precio por tanta publicidad ante tal número de espectadores.
7 de diciembre de 2005
E-bay y la cultura alemana
La mayoría de nosotros hemos oído alguna vez este nombre y en mayor o menor medida conocemos a que se refiere.
Para los neófitos, aclaro que se trata de un sitio web en el que se realizan todo tipo de compra-ventas entre particulares y de empresas a particulares, pero todo basado en el sistema de subasta.
Podéis encontrarlo bajo la dirección http://www.ebay.com/ y a partir de ahí, si no os ha redirigido el navegador automáticamente, a cada una de sus filiales en los distintos países donde opera. Por ejemplo la web es España se encuentra bajo http://www.ebay.es/.
Veréis como los artículos están organizados en cada una de sus categorías y que con un efectivo sistema de búsquedas, podréis encontrar fácilmente el artículo que deseáis comprar. Se puede encontrar de todo, desde el osito de peluche hasta una pegatina de tu marca favorita de galletas, pasando por un azucarero de porcelana del siglo XVIII. Tengo amigos que hasta a comprado grabadores de dvd en japón...
Tras un proceso de registro y creación de usuario, todo el mundo puede comprar y vender bajo este sistema y lo bueno es que puedes comprar en cualquier lugar del planeta. Puedes ofrecer cualquier tipo de bien, siempre y cuando sea legal. Por supuesto no encontraréis ninguna oferta de cocaína de sudamérica, ni un cocodrilo de sudáfrica, etc.
Para alguno que yo me se, puede encontrar relojes de segunda mano en esta categoría: Relojes.
En la cultura alemana está muy arraigado la compra-venta entre particulares. Cualquier ciudad que se precie, organiza todos los sábados su “Trödelmarkt”o también llamado "Flohmarkt", que no es mas que un mercadillo del estilo al conocido Rastro madrileño, dónde venden todos los artículos de segunda mano que te puedas imaginar.
Los alemanes suelen limpiar su trastero de esta forma. Retiran todas las cosas que allí tienen, cogen una mesa de camping, una sombrilla, y tras pagar un módico precio de 6€ se instalan en la plaza del Trödelmarkt, hasta que hallan vendido todos sus artículos. Es de los pocos lugares donde el regateo está aceptado.
Es cierto que para que esto funcione también existe una fuerte costumbre a comprar artículos de segunda mano. Existen en todos los barrios, tiendas que sólo venden artículos de segunda mano. Unas especializadas en muebles, otras en ropa,…
Un origen de esta costumbre está en que se mudan muchas veces de casa a lo largo de su vida. Por lo que antes de cada mudanza venden todos los artículos que ya no necesitan en su nuevo destino.
Es bien sencillo: Por qué tirar las cosas si se puede sacar algo de dinero por ellos?
Todo ello también está unido a que el alemán típico no tiene tanto sentido del ridículo y no se preocupa tanto por el “qué dirán” que existe en España.
El conjunto de estos factores influye en que en Alemania, Ebay sea una de las webs más visitadas y el país en donde más transacciones a través de Ebay se realizan.
Y nosotros en nuestro afán de integrarnos en su cultura, ya hemos comprado y vendido a través de Ebay. Y por ahora todo con éxito. De hecho ahora mismo tengo en venta la Playstation que compré y por falta de tiempo no uso. Si queréis pujar por ella, la encontraréis en este link: Aquí. Daros prisa, queda poco más de un día.
Para los neófitos, aclaro que se trata de un sitio web en el que se realizan todo tipo de compra-ventas entre particulares y de empresas a particulares, pero todo basado en el sistema de subasta.
Podéis encontrarlo bajo la dirección http://www.ebay.com/ y a partir de ahí, si no os ha redirigido el navegador automáticamente, a cada una de sus filiales en los distintos países donde opera. Por ejemplo la web es España se encuentra bajo http://www.ebay.es/.
Veréis como los artículos están organizados en cada una de sus categorías y que con un efectivo sistema de búsquedas, podréis encontrar fácilmente el artículo que deseáis comprar. Se puede encontrar de todo, desde el osito de peluche hasta una pegatina de tu marca favorita de galletas, pasando por un azucarero de porcelana del siglo XVIII. Tengo amigos que hasta a comprado grabadores de dvd en japón...
Tras un proceso de registro y creación de usuario, todo el mundo puede comprar y vender bajo este sistema y lo bueno es que puedes comprar en cualquier lugar del planeta. Puedes ofrecer cualquier tipo de bien, siempre y cuando sea legal. Por supuesto no encontraréis ninguna oferta de cocaína de sudamérica, ni un cocodrilo de sudáfrica, etc.
Para alguno que yo me se, puede encontrar relojes de segunda mano en esta categoría: Relojes.
En la cultura alemana está muy arraigado la compra-venta entre particulares. Cualquier ciudad que se precie, organiza todos los sábados su “Trödelmarkt”o también llamado "Flohmarkt", que no es mas que un mercadillo del estilo al conocido Rastro madrileño, dónde venden todos los artículos de segunda mano que te puedas imaginar.
Los alemanes suelen limpiar su trastero de esta forma. Retiran todas las cosas que allí tienen, cogen una mesa de camping, una sombrilla, y tras pagar un módico precio de 6€ se instalan en la plaza del Trödelmarkt, hasta que hallan vendido todos sus artículos. Es de los pocos lugares donde el regateo está aceptado.
Es cierto que para que esto funcione también existe una fuerte costumbre a comprar artículos de segunda mano. Existen en todos los barrios, tiendas que sólo venden artículos de segunda mano. Unas especializadas en muebles, otras en ropa,…
Un origen de esta costumbre está en que se mudan muchas veces de casa a lo largo de su vida. Por lo que antes de cada mudanza venden todos los artículos que ya no necesitan en su nuevo destino.
Es bien sencillo: Por qué tirar las cosas si se puede sacar algo de dinero por ellos?
Todo ello también está unido a que el alemán típico no tiene tanto sentido del ridículo y no se preocupa tanto por el “qué dirán” que existe en España.
El conjunto de estos factores influye en que en Alemania, Ebay sea una de las webs más visitadas y el país en donde más transacciones a través de Ebay se realizan.
Y nosotros en nuestro afán de integrarnos en su cultura, ya hemos comprado y vendido a través de Ebay. Y por ahora todo con éxito. De hecho ahora mismo tengo en venta la Playstation que compré y por falta de tiempo no uso. Si queréis pujar por ella, la encontraréis en este link: Aquí. Daros prisa, queda poco más de un día.
5 de diciembre de 2005
El Glühwein y Monschau

Suelen ofrecerlo en las casetas de los mercados de Navidad que se montan en todas las ciudades y se toma así en la calle. Tiene un olor específico que ya lo asocio a los Weihnachsmarkt.
La primera vez que lo pruebas sabe un poco raro, pero a medida que lo vas bebiendo te va gustando (no os recuerda a vuestros primeros pasos con el tabaco o el alcohol?). Lo que se agradece es que al estar caliente, sirve para sobrellevar las frías temperaturas de la Navidad. Eso si, recomiendo beber sólo uno, pues no se si es por estar caliente, pero enseguida se notan los efectos secundarios del alcohol. Y os recuerdo, "si bebes no vueles":

Monschau es un pueblo al sur de Nordrhein-Westfalen (la región dónde Düsseldorf es capital), a unos 110 Km de D-dorf.
Nos habían hablado muy bien de él, y allí que nos fuimos. Es un pueblo situado en la garganta escavada por el rio Eifel a supaso por las montaña. Se situa a ambas márgenes del Eifel, que adopta un papel fundamental en la arquitectura y desarollar del pueblo. Las casas son las típicas de la región, con el aliciente de sobrevolar en parte al rio.
Todo él es peatonal, con las calles adoquinadas, debiendo aparcar los coches en una serie de aparcamientos en el exterior del pueblo.
Al llegar pudimos observar cómo vive principalmente del turismo, pues el pueblo estaba lleno de ellos (nosotros incluídos).
El día salió lluvioso, aunque con nuestro chubasqueros, botas de montaña y una sonrisa por delante, combatimos tal fenómeno.
En el pueblo habían instalado el Weihnachtsmarkt, y le daban un ambiente entrañable al pueblo. Digno de ver.
A mitad de paseo, empezó a llover y apareció ante nosotros la casa de la parroquia del pueblo. Estaban recaudando fondos para restaurar la torre de la iglesia, que se hallaba desmontada al pie de la misma. Para ello ofrecían un café con pastel por un módico precio (0,5€ la taza de café y 1,5€ el trozo de pastel). Pues allí entramos junto con otros "tropecientos" turistas más que tuvieron nuestra misma idea. Una amable parroquiana, al vernos con nuestros tres hijos se encargó de hacernos un sitio en una mesa. Me fui a la cocina, y a pesar de lo difícil de la elección ante la enorme variedad de pasteles caseros, conseguí elegir dos trozos. La repostería alemana se merece un Post a parte, pero como adelanto, decir que son deliciosos, sobre todo para los glotones como yo.
Los padres un café y los niños un kakao, y allí aguantamos un horita hasta que dejó de llover.
Ibamos de tienda en tienda, viendo los millones de artículos para la decoración de Navidad. A medida que íbamos andando, nos llegaban los múltiple olores de salchichas, champiñones, fricadelles (unas albóndigas muy ricas). Cuando me llegó el olor del Glühwein, me sentí atraído y no pude más que parar a beber uno junto a Raquel.
Entre otras muchas cosas, estuve probándome unos sombreros, que según Raquel me quedaban bien. Así que se ha quedado encargada de buscarme uno.
El pueblo está cerca de Bélgica, por lo que entre los visitantes del pueblo había muchos de ellos. Es alucinante cómo las niñas se han acostumbrado a los idiomas y ahora los reconocen todos. "Esos hablan en francés, papá", decían cuando pasaba un grupo de belgas. Y lo mismo cuando pasaba un grupo de ingleses
Acabamos la excursión por el pueblo hacia las cinco de la tarde. Las niñas estuvieron las cinco horas andando con nosotros sin quejarse. Se portaron muy bien. La verdad es que ante tal multitud de cosas que ver, no se acordaban de que estaban cansadas. Marco tenía el privilegio de la silla. Silla que se merecerá un homenaje, pues no sabéis el trote que lleva encima y no se queja, ni se le rompe nada.
De vuelta a casa, sólo nos quedaba cenar y a la cama. En resumen, otro agradable Domingo para el recuerdo.
Para completar mi descripción, podéis ver las fotos pinchando aquí
Suscribirse a:
Entradas (Atom)