20 de octubre de 2006

Primera prueba del campeonato del mundo de ski de fondo.

Entre los macroeventos a los que nos tiene acostumbrados el alcalde de Düsseldorf, está el de preparar a orillas del Rin un circuito de 828 m y con 4.000 m3 de nieve artificial para que se celebre la primera prueba del campeonato mundial de esquí de fondo.

Se celebrará del 27 al 29 de este mes. Nosotros ya estuvimos entre los más de 100.000 espectadores del año pasado.

La nieve se fabrica en una pista cubierta de esquí alpino que funciona todo el año, en la localidad cercana de Neuss.

Participarán unos 140 atletas de 23 naciones, y la final será el domingo. Al igual que el año pasado, se celebran una serie de eventos paralelos. Las regiones cercanas con oferta de ski, montan unas casetas de madera, publicitando sus servicios. Mucha gente aprovecha para planificar ahí sus vacaciones blancas. También se monta una pequeña pista para trineos, dónde los peques pueden bajar por la rampa sobre una cámara de neumático, y como no, no faltan las casetas de salchichas y vino caliente.

Merece la pena pasear ese fin de semana por el centro y ver así la inmensa pista de nieve que preparan. He de aclarar que aquí no es normal que haya tanta cantidad de nieve. Düsseldorf es una ciudad bastante templada sin fríos muy significativos, y cuando se producen, son más bien en enero o febrero.

Ya sabéis, si no tenéis nada que hacer ese fin de semana, veniros a Düsseldorf.

Las fotos de este post están extraídas de la web de Düsseldorf. Allí podréis encontrar el calendario concreto de este evento. Aquí.

Marco (3,5 años) y Polipocket (-5 meses)

Conversación entre Marco y su madre:

R: Qué bien Marco, pronto vas a tener un primito-a!!

M: Si, qué bien!

R: Así podrás jugar con él-la y compartir tus juguetes.

M: Si le dejaré mis coches y pelotas y jugaremos juntos.

R: Pero cómo es pequeñito-a igual te rompe algún juguete sin querer.

M: Uhmmm, sabes mamá?

R: Qué?

M: Mejor no le dejo mis juguetes!

Nos visitó Mamé. El GrugaPark.

Coincidiendo con las vacaciones de octubre de los niños, que son las dos primeras semanas de este mes, no visitó mi madre.

Como siempre que viene alguien, los peques están desde una semana antes muy nerviosos y van haciendo la cuenta atrás a medida que pasan los días.

Fuimos a recogerla al aeropuerto y a partir de allí tenía 10 días para disfrutar de sus nietos.

En su presencia aprovechamos para ir a ver el GrugaPark en Essen. Es un jardín botánico gigante con todas las variedades de plantas del planeta, todas bien cuidadas y creando rincones de admiración.

Por supuesto os he dejado un par de fotos aquí.

También fuimos al que en su día (hace 10 años) se denominó la mayor galería comercial de Europa. Se llama Centro y está en Oberhausen. Es muy grande y con todas las franquicias de las firmas más conocidas. La verdad es que para un país en el que llueve tanto, vienen muy bien este tipo de centros para tener todos los comercios a mano y sin pasar frio. También hay un pequeño parque de atracciones, pero con unos precios exorbitantes y una zona de restaurantes con terrazas al aire libre muy bien dispuesta.

El resto de los días estuvieron por los parques de juego de la ciudad, de paseo por el rio y de compras por las tiendas de Düsseldorf.

Ayer por la noche, me llamaba mi madre desde España informando del buen viaje de regreso.

Una operación

El pasado Miércoles, Marco tuvo una pequeña operación quirúrgica, pero con anestesia total. No era nada importante pero la anestesia total nos preocupaba un poco.

Nos presentamos en el Hospital dónde lo iban a operar, tras una espera de una hora (si, en Alemania también hay que esperar en las consultas) le llamaron a Marco.

Se tuvo que poner la bata, talla adulto, para poder pasar a la sala de operaciones y un gorro para la cabeza. Parecía un angelito así vestido, pero a él le recordó a un fantasma y se puso el gorro y se puso a ulular como tal fantasma.

Una vez en el quirófano, dónde nosotros no podíamos estar, le cambió el humor. De repente se vio frente a 5 extraños, uno de ellos armado con una aguja, para pincharle en una vena e inyectarle la anestesia. Pues bien, allí es cuando empezó a llorar y a debatirse como un loco. Entre los cinco les costó inmovilizarlo y encontrarle una vía.

Esperaron a que se tranquilizara y le inyectaron la anestesia y en siete minutos ya estaba operado.

Luego le costó más de una hora despertar y permaneció medio zombi el resto del día. Lo metimos en la cama y amaneció feliz y contento al día siguiente.

No sabemos si se acordará del mal trago que pasó.

3 de octubre de 2006

El batallón azul al asalto de Berlin

Los cinco, tres noches en Berlín con la misión de visitar y ver lo máximo de la ciudad.

Ahora que todo ha pasado y la tropa reposa tranquilamente en el ICE de vuelta a Düdo, puedo decir: Objetivo conseguido!

Para este puente, construído con el martes, día de la reunificación alemana, habíamos alquilado un apartamento multicolor en la antigua parte comunista. De nota un 6 sobre 10. Cuatro puntos los perdió en la limpieza: por el suelo todavía revoloteaban los "gamusinos" de anteriores inquilinos.

La primera mañana amaneció con lluvia, lluvia que Raquel sorteó con unas bolsas de basura, que dieron nombre a nuestro batallón. Los tres soldaditos iban cabalgando sus diferentes monturas: bicicleta y rollers. Y gracias a ellas aguantaron los dos días nuestro ritmo sin rechistar.

Trenes, autobuses de doble piso, metro, tranvía nos desplazaron a todas partes. Resumiendo vimos: Alexanderplatz, el pirulí, el Ayuntamiento rojo, la catedral, la isla de los museos, los museos de la isla, la ópera, el museo de Peugeot, la puerta de Brandemburgo, el Reichtag, la exposición y taller de arte alternativo de Tacheles, un paseo en barco por el rio, la stern, el zoológico, el Tierpark, la "muela careada", el café del neue Wansee, las embajadas, la embajada española, la feria con su noria en honor al día de la reunificación, el monumento a los judíos, el muro, la línea que lo recuerda, el check point Charly, la exposición sobre la Gestapo, el Sony Center, la Postdamer platz, el Nikolai viertel y algún sitio más que me habré dejado (que no se sienta ofendido).

Nos lo hemos pasado de maravilla, peques incluídos, que se portaron de maravilla. Prueba de ello son las más de 300 fotos que nos hemos traído.

Para ver el Reichtag teníamos una cola de hora y media, pero gracias a tener hijos nos llevaron a un atajo en el que sólo tuvimos que esperar 15 minutos. Alguna ventaja tenian que tener las familias.

El tiempo sólo fue malo aquella primera mañana, pero el resto lo tuvimos con buena temperatura y algún rayo de sol. Ideal para hacer turismo.

Berlín es una ciudad gigante con incontables museos y exposiciones, edificios grandiosos que merece visitarte al enos una vez en la vida.

Raquel se topó con uno de los arquetipos del alemán. Después de cenar le apaetecía un descafeinado con leche. En el restaurante en el que cenamos, disponían en la carta de café sólo descafeinado, pero no con leche. No veáis lo que le costó convencer al camarero para que trajera lo que quería. Pero el camarero se salió con la suya: sacó un descafeinado solo y a parte una jarrita de leche.

Un gran fin de semana de turismo que nunca olvidaremos.


Ah! Se me olvidaba, las fotos están aquí.