29 de marzo de 2007

Hamburg, Bremen y el sol.

Después de una horrible semana en cuanto al tiempo se refiere, con temperaturas cercanas al cero y lluvias constantes, amaneció un viernes nublado pero con mejor temperatura, y tal y como los gurús del tiempo habían vaticinado, se fue esclareciendo el cielo y apareciendo el sol. Al final disfrutamos de un tiempo espléndido durante todo el fin de semana.

Teníamos reservado para las noches del viernes y sábado una Ferienwohnung en las afueras de Hamburgo. Vivienda que en cuanto a tamaño y equipamiento no nos defraudó, pero en cuanto a limpieza dejó mucho que desear. Es una pena que en las fotos que aparecen en internet no se aprecien los montones de pelusas que se acumulan debajo de las camas.

Antes de pasarnos por la vivienda, el mismo viernes tras casi 6 horas de viaje sorteando atascos, aterrizamos en la plaza del ayuntamiento de Hamburgo. Allí encontramos los primeros indicios de que nos esperaba una grande y bonita ciudad.

El sábado a las 9h00 estábamos ya buscando un aparcamiento en el centro dispuestos a “patearnosla” de arriba abajo. Encontramos sitio gratis en la zona del puerto, dónde estaban los antiguos edificios de aduanas.

Debe ser intrigante, como un coche negro a baja velocidad aparece por las tranquilas y desiertas calles de una ciudad dormida, como aparca y empiezan a salir de él, cinco humanos, de los cuales tres se equipan de unos extraños objetos de dos ruedas, que con su movimiento van rompiendo el silencio hasta entonces reinante. Esa es la familia Tiberghien Presa con sus tres hijos equipados de patinete.

Ya que estábamos en ella, visitamos toda la zona de aduanas, flanqueada por unos edificios típicos de ese uso y que ahora contenían almacenes de alfombras y otros productos provenientes de oriente. Anteriormente en ellos se almacenaban especias, té, café…

He de aclarar, que Hamburgo, a pesar de estar a 100 km del mar, es el segundo puerto más importante de Alemania, gracias al Elba. Otro impresionante río, totalmente navegable. El Queen Mary es uno de los asiduos a sus diques.

Desde allí nos subimos en uno de los muchos autobuses turísticos que opera en la ciudad. Ya conocéis el principio: realiza un recorrido circular por los puntos más turísticos de la ciudad a la vez que os van explicando lo que se va viendo. Puedes bajarte en cualquier parada y subir en el siguiente, así a lo largo de todo el día. Fue la elección que mejor podíamos haber tomado para visitar la ciudad.

Hamburgo es una ciudad muy grande, con 1,7 millones de habitantes y con distancias al estilo de Berlín. El río, lago y canales le dan un cierto aspecto a Venecia. Y un ambiente de ciudad costera. Es una ciudad moderna, pero con una parte vieja con encanto. Su lago posee un chorro de agua hacia arriba al estilo de Zurich.

Pero no nos dejemos engañar por la suerte que tuvimos: está al norte de Alemania, y aquí la lluvia y el frío son normalidad. Aunque sus habitantes han sabido hábilmente resolver esta pega: Hamburgo es una de las ciudades con mayor número de galerías de tiendas cubiertas de Europa. Por lo que por mucho que llueva puedes hacer tus compras, ir a restaurantes, cines y tomarte un café durante todo el sábado sin mojarte.

Pudimos también comprobar el alto nivel de vida, tanto por la forma de vestir de la gente que había en la calle, los coches que por allí circulaban, como por el precio del alojamiento y los restaurantes.

Los peques nos arrastraron a dar una vuelta en barco por la zona portuaria. Paseo que a todos nos gustó y nos dejó impresionados al ver los inmensos barcos de transporte de contenedores. Vaya magnitudes! También asombroso la cantidad de contenedores que en u mayor parte vienen de China y alrededores.

También visitamos la zona de St. Pauli, dónde se halla un conocido (yo no tenía ni idea de que existía) barrio, el Reeperbahn, al estilo del barrio rojo de Amsterdan. Con infinidad de locales de strip-tease, sex-shops, casas de señoritas, etc…Pero reconocí un par de sitios que vi en una película de cine de no hace mucho.

Para acabar y contentar a todos, fuimos a la Feria de Primavera, para que los peques pudiesen montar en varias de las atracciones y dar una vuelta en la noria para ver todos, la ciudad desde el cielo.

A las 21h00 estábamos de vuelta a nuestro refugio, y tras una copiosa cena, fuimos todos de cabeza a la cama. Como siempre los peques se portaron fenomenal, aguantando el trote que les imponíamos y sin rechistar lo más mínimo. Habrá que verlos de mayores.

El domingo al levantarnos, decidimos que ya habíamos visto suficiente de Hamburgo y que merecía la pena volver sobre nuestros pasos y hacer una parada en la ciudad de Bremen.

A las 12h00 estábamos en la plaza de Bremen, asombrados por la belleza de su plaza.

La primera actividad fue la de encontrar a los famosos músicos de Bremen. Tras pocos pasos los encontramos, aunque ninguno de nosotros pudo recordar el cuento al completo. Los niños son los que más fresco lo tenían en sus memorias, pero tampoco supieron contárnoslo al completo

Como el hambre llamaba, tras una pequeña visita a la oficina de turismo, comimos en una terraza al sol y al pie del río.

Tras llenar el estómago seguimos visitando la ciudad y prefiero que veáis las fotos a que tengáis que leer mis malas descripciones.

Visitando la catedral, le comento a Sofía: Sofía, esta es la casa de Dios. A lo cual me contesta: Aquí vivía?

Una zona muy bonita es el Schoorl, unas calles muy estrechas formadas por casas pequeñas de construcción típica.

Bueno, ya veo que no podéis aguantar más. Aquí tenéis los links a las fotos:

Hamburgo

Bremen

Y tras dos horitas de viaje, ya estábamos a orillas del Rin, disfrutando de los últimos rayos de sol del día.

19 de marzo de 2007

El museo de Neandertal

Todos hemos oído de él: El hombre de Neandertal. Aquel nuestro ancestro y de los primeros en caminar erguido. Si queréis saber más de él, basta con que visitéis la Wikipedia.

Pues bien, sus restos fueron encontrados en la localidad de Mettman. Un pueblo anexo a Düsseldorf, y en las cercanías del lugar se ha construido un museo: El museo de Neandertal.

En él a parte de describir los detalles de la excavación, se va relatando la evolución del hombre.

Quedamos un poco decepcionados por lo que allí encontramos, quizás por habernos hecho mayores expectativas. Pero resumido en pocas palabras, la relación calidad/precio era pésima.

Mucho que leer y poco que ver.

Aunque a los niños pareció gustarles. Y estuvieron por allí mirando las recreaciones de los hábitos de los hombres prehistóricos.

En el precio de la entrada, estaba incluida la visita al lugar dónde se encontraron los restos: una explanada de hierba, con unos palos blancos y rojos como los que se ven en las catas arqueológicas, y poco más.

El edificio es bonito y como elemento arquitectónico merece ser visto.

Bueno, por lo menos fueron cuatro horas de actividad cultural.

Un consejo para los que queráis visitarlo a pesar mis negativos comentarios: Entrad sin pasar por caja, nadie os pedirá en ningún momento el ticket (mentalidad latina).


P.D.: ¿Habéis visto lo desfavorecido que he salido en la foto junto a Raquel?


Más fotos aquí

St. Patricks day

Disfrutando de nuestra nueva libertad, este pasado sábado aprovechamos para salir a tomar unas copas con nuestro grupo de amigos internacional. Y como cualquier excusa es válida para ir de fiesta, esta vez tocaba celebrar el día de St. Patricks. Es una fiesta típica irlandesa, y como en Düsseldorf tenemos un buen pub irlandés, pues allí que nos juntamos.

La velada empezó con la retransmisión de un partido de rugby entre Gales y Gran Bretaña y a continuación con un karaoke. Todo acompañado con unas buenas Guiness o Caipirinha.

Empezamos a las 19h00 y a las 24h00 ya estábamos de vuelta. Suficiente para pasárnoslo muy bien.

Tanto Raquel, como yo, subimos a la palestra a cantar, bueno, en mi caso más bien a intentar entonar. Pero echamos unas risas y de eso se trataba.

El grupo formado por las compañeras de clase de Raquel y sus maridos, era de lo más heterogéneo que se podía construir a partir de distintas nacionalidades: ingleses, franceses, japoneses, chinos, españoles y alemanes.
Lo mejor de todo: Teníamos nuestros medios de transporte aparcados a la puerta del bar: nuestras bicicletas. Qué gozada es ir de juerga con bici. En quince minutos estás en casa y sin haber tenido problemas de aparcamiento.

Más fotos de nuestra aventura nocturna aquí

Una más en la familia

No os asustéis, Raquel no está embarazada. Tan sólo tenemos una nueva hija prestada por 5 meses.

Con el objetivo de que a los niños no se les olvide el poco francés que han podido oír de mi y mi familia, Raquel había creado una solicitud de una “Au Pair” francesa.

Una tarde de Viernes, de hace dos semanas, irrumpió en nuestra tranquila conversación de planificación de las actividades de fin de semana un llamada de una chica que nos solicitaba asilo por 5 meses. Esa misma tarde vino a visitarnos con sus padres y el domingo ya estaba en casa. Así de rápido.

Es una chica de 19 años del oeste de Francia (Angers)que en su programa de estudios de Empresariales y bajo el plan Erasmus, debe pasar un año en Alemania. Siete meses de clases, que los realizó en Regensburg (bonita localidad del sur de Alemania) y ahora 5 meses en una empresa. Le salió una oferta en un hotel de Düsseldorf, y por eso está con nosotros.

Nuestro trato es sencillo: Le proporcionamos alojamiento, comida y una pequeña paga semanal, y ella se encarga de los peques. De hablar mucho con ellos, de ir a buscarlos al colegio, de cuidarlos las noches que saldremos de juerga…

Tiene sus desventajas, aunque se ven equilibradas con las ventajas. La intimidad que te quita en casa te la compensa con la libertad de poder dejar los niños en casa con ella y salir un poco a tomar el aire solitos. Y los peques reciben un pequeño baño lingüístico.

Las niñas la han aceptado desde el primer minuto, y Marco pasa de ella. Aunque este fin de semana se le ha acercado un poco más.

Lo sentimos un poco por las visitas que están programadas para estos meses: Deberemos estar un poco más estrechos en casa.