10 de julio de 2006

Disneylandia Paris y una boda en Francia

Sólo me quedaba un primo sin casar y por fin decidió hacerlo el 10 de Junio en Villeneuve d’Asq. Una ciudad al norte de Francia y a tan sólo 3 horas de coche desde Düsseldorf. Qué mejor ocasión para reencontrarme con toda la familia francesa, que llevaba tiempo sin verla.

Además hacía pocos días que fue el cumpleaños de las peques y aprovechamos nuestro viaje a Francia para regalarles tres días en Disneylandia en Paris. Todo planificado con tiempo, y con la gran iniciativa de Raquel, hizo que nos alojáramos en casa de mi tía (hermana de mi madre), y que vinieran desde España mi madre y mi hermana. Por otro lado también se alojaron en Disneylandia durante esos tres días la otra abuela e Higinia, la hermana de Raquel. Y unos amigos de Santo Domingo con su hija, muy amiga de las nuestras.

En los tres días les dio tiempo para visitar todo Disneylandia. Un paraíso para los peques, que no deben dejar de ver en su vida, pero un saca-dinero para los mayores. Todo está orientado al consumo y a qué precios. Pero todo compensa con la felicidad que se llevan encima los peques.

Yo sólo estuve dos días (suficiente) y el tercero lo aproveché para ir con mi madre y hermana para visitar París corriendo, ya que a sus muchos años, mi hermana todavía no había visto la torre Eifel. Paris como siempre precioso, pero para una visita en condiciones se necesitan al menos tres días.

Aprovechamos la semana para ir a ver a mi abuela, que hacía mucho tiempo que no veía. Fue muy bonito ver a mi abuela rodeada de sus bisnietos y como estos le decoraban la chaqueta con flores del jardín.

En la zona de París estuvimos 6 días, en los que como invitados de mis tíos y por una de mis primas, nos deleitaron con estupendos manjares y brebajes. En resumen, tratados a cuerpo de rey.

Llegó el viernes y junto con mi hermana, que también estaba invitada a la boda, nos fuimos hacia el norte. Dejamos a mi hermana en casa de mis tíos, donde ya se encontraba mi padre, y nosotros seguimos hasta Bélgica, donde se encuentra la casa de mi primo, que nos alojaba durante estas dos noches de la boda.

La boda se desarrolló de maravilla y pese a los peques aguantamos hasta las tres de la mañana de celebración.

Nuestra estancia en la zona fue también agotadora, todos querían que fuésemos a sus casas para enseñárnoslas y que comiéramos o cenáramos con ellos. Al final creo que contentamos a todos.

Pero toda esta ajetreada semana nos pasó factura. Al volver a Düsseldorf estábamos, chicos y mayores, muy cansados y necesitados de descanso. Menos mal que a las dos semanas vino Baviera…

Por cierto, a la vuelta, se vino con nosotros a Düsseldorf mi padre, quien estuvo otras dos semanas con nosotros.

Tenéis las fotos de la boda aquí y de Disneylandia aquí.

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