
Con permiso de mi jefe, pude cogerme dos días libres antes del 1 de Noviembre y formar así un macro puente de cinco días.
Este año, y creo que por resonancia de lo bien que nos lo pasamos el anterior, acudió más familia. En total llegamos a juntarnos unas 37 personas, de los cuales 15 eran niños. Os podéis imaginar que mesa juntábamos a la hora de comer y cenar.
Durante esos 5 días, nos juntamos en un albergue de montaña de mi tío, y allí nos lo tenemos que hacer todo: cocinar en la cocina industrial con perolos a juego, fregar poner en marcha la chimenea, ...Hay habitaciones de sobra para alojar unas 60 personas, por lo que podemos elegir la habitación que queramos y poner a todos los niños en una habitación con literas.
Para los padres es un desahogo, pues los niños se juntan entre si y no los ves más que para comer y cenar, el resto del día están jugando por la casa o por el monte. Y para los niños otra oportunidad de estar inmersos en el lenguaje francés.
Se realizaron varias actividades exteriores, como paseos por el monte, marchas de 16 km, paseos por los pueblos cercanos y un tarde fue toda la familia a recorrer una serie de pruebas tipo Gymkana por los arboles, con pasos entre árboles por puentes de cuerda, tirolinas,...Todos bien asegurados con arneses y cuerdas.
Yo aproveché dos mañanas para hacerme dos rutas de bicicleta de montaña, que me sentaron de maravilla. La zona es preciosa y con el otoño de lleno más aún.
También celebramos Halloween. Mi hermana trajo disfraces para nuestros peques y decoramos la sala de estar con telas de araña, murciélagos y arañas. Un pena que en el pueblo se anuló el desfile de Halloween, que sino hubiésemos acudido.
Os dejo una pequeña colección de fotos aquí.
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