Después de unas cuantas semanas (desde el 14 de Julio) sin escribir ningún post nuevo, vuelvo a la carga con nuevas entradas.
En realidad he alargado mis vacaciones electrónicas hasta hoy. Estuvimos disfrutando de nuestras vacaciones en Fuenmayor. Los peques y Raquel, desde primeros de Julio y yo las últimas dos semanas del mismo mes. Pero todo llega a su fin y el 5 de Agosto estábamos de vuelta en Düsseldorf.
El motivo de tan pronto regreso es el del inicio de las clases el 8 de Agosto.
A pesar de tan cortas vacaciones de verano, sobre todo por mi parte, pudimos hacer todo lo previsto: ir a la playa, visitar a la familia, visitar a los amigos, almuerzos, rutas en bici, turismo,...
Pero siempre a nuestro ritmo acelerado, casi atropellado. Ritmo que también afectó a las peques, que tras haber pernoctado en todas y cada una de las casas de sus tíos y abuelos, nos pidieron a gritos unos días tranquilos en los que pudieran disfutar de su casa, piscina y amiguitos-as.
El viaje de vuelta fue un poco más largo de lo esperado, por retraso en el vuelo, y llegamos de nuestras vacaciones agotados pero felices de haber aprovechado el tiempo.
Trajimos un motón de fotos que todavía tengo que clasificar y de las que os dejaré unas pocas en Flickr.
Unos pocos días de descanso para las peques y de preparación del material escolar y el 10 de agosto empezaron las peques su primer año de escolarización obligatoria y Marco en su nueva guardería.
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