31 de marzo de 2006

Dos formas de resolver un problema

Un día cualquiera, después de bañar a los peques, nos ocurrió una anécdota digna de comentar.

Como de costumbre se formó en el suelo del baño un montón de ropa, porque cuando a estos diablos les dices que se denuden para ducharse, lo hacen tirando toda la ropa al suelo, formando un gracioso monumento a la ropa usada.

Quedaban Sofía y Marco en la bañera, y al sacar a Sofía y recuperar dos camisetas del montón, no estaba seguro de cual de las dos camisetas era la de Sofía y cual era la de Marco, por la talla me era difícil distinguirlo, pues Marco a veces se pone camisetas de sus hermanas.

Le pregunto a Sofía y coge una camiseta, se la lleva a la nariz y la huele. Me tiende la camiseta y me dice: Esta es la de Marco. Por qué? le pregunto. Porque huele a Marco, me dice.

Si el problema se lo hubiese dado a resolver a Andrea, esta hubiera mirado las tallas que figuran en la etiqueta.

Las dos son completamente distintas, cada una con sus cualidades, a cual más adorable

16 de marzo de 2006

La subasta

Ya os he comentado en un artículo anterior la afición de los alemanes por las subastas. Pues bien, este pasado martes estuve presente en una subasta de bicicletas.

También conocéis por otro “Post”, la no tan buena afición al robo de las bicicletas. Algunas de ellas, aparecen al tiempo perdidas por la ciudad, por lo que la policía las recoge y las lleva a la oficina de objetos perdidos de la ciudad. Antes compara si coincide con alguna de las denuncias realizadas, por si puede darle una buena sorpresa al robado dueño. Tras seis meses después de su almacenamiento en la oficina de objetos perdidos, se sacan a subasta pública.

Cada dos meses se celebra una subasta de bicicletas, cada 5 una de objetos en general (bolsos, relojes, cámaras de fotos,…) y dos veces al año una de coches.

A las 8h30, se abrían las puertas del local de subasta dónde a un lado estaban las bicicletas en cuestión. Teníamos media hora para observar lo que se iba a subastar, y a las 9h00 empezaba la subasta.

Habría unas 100 bicis y unos 40 posibles compradores. De una en una se van sacando las bics, y el subastador tras una breve descripción del objeto, procedía a dar un precio de salida en función del estado. Los allí presentes van levantando la mano en función del precio que iba elevando el subastador.

En algún caso debía rebajar el precio de salida, al no ofrecer nadie nada. Alguna bici se fue por 1€.

Entre los allí presentes había dos tipos de personas. Los que tenían alguna tienda y se dedicaban a pujar por cualquier bici que tras un mayor o menor arreglo, les iban a poder sacar unos euros, y los particulares que buscaban una bici para ellos.

Los primeros pujaban por cualquier cosa, pero generalmente se paraban en los 40-50€. Si alguna bici estaba en mejor estado y merecía la pena, entonces entraban los privados y pujaban hasta precios de 100-120€.

En una hora y media estaban subastadas las 100 bicis. El subastador era muy simpático, y la verdad es que hizo la cosa amena, con algún chiste entre puja y puja.

Yo fui para buscar una bici para Raquel, y con una idea concreta de tipo de bici. No quería una bici en mal estado, para poder disfrutar de ella desde el primer día. Al final obtuve una bici con menos de un año, de estilo holandesa y con silla de niño incluida por poco menos de 100€. Aunque podías conseguir bicis, que rodaran por unos 30-45€

En el momento de la puja, sientes como la adrenalina se inyecta en la sangre y cómo los nervios te mantienen alerta. Es una sensación única y que merece la pena vivir.

Después de la experiencia puedo aseguraros que si necesitáis comprar una bici en Alemania, creo que esta es la mejor forma. Al final os van a durar sólo dos o tres meses hasta que os la roben…

Hablando con alguno de los que allí estaban, me comentó que era la tercera vez que venía a comprar allí, pues siempre se la acababan robando.

Ah!, por cierto, la próxima subasta es el 25 de Abril. ¿Os animáis?

6 de marzo de 2006

El paraíso de las mujeres.

Me disculpo por situarme un poco del lado machista y acudir a un tópico, pero ante la pregunta de ¿Cuál es el deporte favorito de las mujeres?, hasta ellas mismas responderían que el ir de compras.

Este fin de semana, ha sido el fin de semana de Raquel. El sábado, con la excusa de ir a comprarme ropa, fuimos a un almacén de la marca de ropa “Esprit”, dónde retiran la ropa no vendida en las tiendas, por pequeños defectos, o manchas o simplemente por estar fuera de temporada, y claro está, a un precio más o menos rebajado.

En ese almacén el deporte conlleva las siguientes reglas: Ir haciendo cola desde una hora antes de la apertura de las puertas, cola vigilada por vigilantes de seguridad de la propia tienda de manera a cumplirse las normas de formación de una cola. Pocos segundos antes de la apertura de la cola, romper con las normas y agolparse en la puerta, y tras la apertura de la misma, correr alocadamente por los pasillos e ir recogiendo toda la ropa que uno alcance a coger, independientemente de su precio, y de si te interesa la prenda o no. Una vez rellenado hasta los topes, el carro que ágilmente se ha cogido a la carrera, acudir a los probadores e ir probándose toda la ropa que se pueda, aquella que no interese se tira al suelo. La sesión de deporte finaliza con el paso por caja y calentar la banda magnética de la sufrida tarjeta de débito (En Alemania las de crédito están mal vistas).

Como nosotros estamos educando a nuestros hijos en la dirección de alejarlos de las aberraciones del ser humano, acudimos a tal local deportivo, una hora después de su apertura. A pesar de estar descalificados, por no cumplir la primera regla de participación, nos permitió observar a los participantes, así como las triquiñuelas empleadas para ganar puntos en la carrera a la caja. Por ejemplo, al haber sólo 15 probadores para 300 personas, las participantes olvidan su pudor y se cambian directamente en medio de los pasillos, para “deleite” de alguno de los percheros andantes que allí acompañaban a sus mujeres. Si por que los hombres, somos reducidos a meros percheros con patas, que van acumulando las ropas elegidas.

Nada más entrar, Sofía que estaba conmigo, me comentó que no le gustaba esa tienda y Marco le comentó a su madre, que por qué lo tiraban todo al suelo.

Toda una nueva experiencia.

Para el que quiera vivirla, sólo tiene que dirigirse a la calle Am Rosenkothen 2, en Ratingen pueblo en los límites de Düsseldorf.


El Domingo habíamos quedado con otras dos parejas de españoles, con hijos de las mismas edades que los nuestros, para visitar un pueblo holandés llamado Roermond.



Pero el fin de la visita no era turístico sino seguir de compras. En este pueblo se halla el auténtico paraíso. Un Outlet que está abierto todo el año.

Qué que es un Outlet?, no es mas que un pueblecito en miniatura donde las calles las forman tiendas de ropa de marcas conocidas: Hugo Boss, Bennetton, Polo Ralf Lauren, Lacoste, Hermenegildo Zegna,….Y todo son facilidades para permitirte comprar a gusto: si te estorban los hijos, puedes dejarlos en una guardería que te cobra 3€/hora, hay payasos por las calles hinchando globos para entretenerlos. Y como no, tienes unos restaurantes para permitirte hacer una parada a mediodía y seguir quemando la banda magnética de la tarjeta. Además todos los productos se hallan rebajados de precio, al menos en un 30%, pero ya sabéis que un 30% en algo caro, sigue siendo caro. Aunque la compra te deja un buen sabor de boca, pues has conseguido un artículo rebajado.

Los maridos nos encargamos de los niños, por lo que las mujeres pudieron comprar a gusto. Y los peques disfrutaron en compañía de sus amigos de la zona de juegos (Bajo una cubierta y con suelo de caucho) y de los hermosos globos que les preparaba un payaso. La verdad es que era un artista haciendo globos con formas.

En el restaurante al que acudimos, había en el medio una piscina de bolas, en la que los niños estuvieron zambullidos por lo menos dos horas. Vinieron un par de veces a la mesa, llorando porque les había tirado una bola otros niños holandeses. Cuando fui a ver que pasaba, más bien era al contrario. Los españoles tenían acorralados a los holandeses en una esquina, y los pobres se defendían como podían. Os imagináis quién estaba en primera fila disparando bolas sin parar: Pues si, Marco.

Por la tarde conseguimos sacar a las mujeres del Outlet, y fuimos a dar una vuelta al pueblo. Muy bonito, y con la arquitectura típica holandesa. Eran ya las seis de la tarde y las tiendas estaban echando las verjas, pero resulta que también habían estado abiertas. En Holanda, en el primer domingo de cada mes están abiertas todas las tiendas.

A pesar de estar rodeados durante el día de tentaciones, sólo volvimos a casa con un pantalón para Raquel.

Un detalle que me llamó la atención, fue que el aparcamiento, que allí había para albergar a los miles de vehículos de los visitantes, era de pago (2€/día), pero no tenía ninguna barrera de entrada y salida para obligarte a pagar. Pues todos los alemanes y holandeses que allí había aparcados iban religiosamente al cajero a pagar su cuota. Tampoco había vigilancia. Esto en España no funcionaría, hasta seguro que pasados unos meses, algún gamberro se habría llevado los parquímetros a casa.

La verdad es que fue un domingo diferente y lo pasamos bien tanto niños, como mujeres y maridos.

Mas fotos del día podéis ver en nuestra web

3 de marzo de 2006

Mira papá!!! Mira lo que he dibujado!!!

El otro día me llamaba la atención de esa forma Andrea, y a la vez que me llamaba, venía corriendo hacia mi con una hoja de papel en la que había realizado el siguiente dibujo:


Podeis una variante más grande pinchando aquí.

Yo enseguida reconocí lo que representaba el dibujo, pero quise indagar y le preguté que era. A lo que rápidamente me respondió que era un coche, y empezó a señalarme las cuatro ruedas, el capó, las ventanas y los retrovisores.

Realmente me dejó asombrado, pues no sabía que a tan pronta edad se pudiese tal visión espacial de manera innata, y ser capaz de realizar, lo que en dibujo técnico llamamos la planta de un objeto.

Promete...

Esta mañana no he encontrado ningún dibujo de Sofía, pero también escanearé alguno, para que veáis cómo dibuja. Lo hace muy bien, aunque sus dibujos son más realistas, y se repite mucho el de una princesa con ojos saltones y alegres, con un vestido de volantes hinchado al vuelo.

Es bonito ver como la personalidad y el mundo interior de cada uno se refleja en sus dibujos

2 de marzo de 2006

Hellau!!!

Ese es el grito de guerra de los habitantes de Düsseldorf durante los cuatro días de fin de carnaval. Te hartarás de oírlo a cada paso que realices entre la muchedumbre que llena las calles. Su significado no es más que un Hola, pero dicho en forma jocosa y deformada, como todo lo que ocurre en estos días.

Los carnavales son en Düsseldorf muy celebrados. Ellos dicen que por orden de importancia son Düsseldorf, Köln y Río de Janeiro. Una vez vivido, os puedo contar que no es para tanto, y que aunque participa muchísima gente, la calidad de los disfraces y de las carrozas no tiene nada que ver con la de los Brasileños, ni tan siquiera comparable con la de los de Santa Cruz de Tenerife.

Todo empieza el Jueves. Es el día de las mujeres, o como las llaman aquí para la ocasión: las Moneen. Ellas inauguran el periodo de cuatro días de fiesta. A las 11h11 se juntan en la plaza del ayuntamiento y, con el saludo del alcalde se inician estos días de fiesta y lujuria.

Durante el viernes y sábado se suceden varios acontecimientos y fiestas, organizadas por las múltiples asociaciones y clubes de la ciudad.

El domingo es el día de fiesta de disfraces en la Königs Allee (Para los que todavía no nos han visitado y recibido la estupenda visita turística a la ciudad por parte de mi mujer, se trata de la Gran Vía de la ciudad).

Para ello se han preparado todos los comercios de la calle, reforzando y tapiando sus escaparates con madera. Como en San Fermín. La verdad es que lo hacen con razón, pues durante todo el día se va a juntar toda la ciudad, cada uno disfrazado y lo más importante, dando rienda suelta a la ingesta de alcohol, preferiblemente en formato de cerveza. Se beben de medio en medio litro de cerveza hasta reventar. Al principio es divertido, pero luego se vuelven totalmente incontrolables y agresivos, así que mejor no meterse con ellos. Y ese es el fin de carnaval: beber hasta reventar.

El Lunes, que es llamado Rosenmontag (lunes de rosas), recorre toda la ciudad el tren de carnaval. Este año medía 6,5 km de largo. No son más que todas las asociaciones de la ciudad, cada una con su carroza, desde la cual tiran el elemento más preciado de este día: los caramelos.

Nosotros, estuvimos allí con las peques y para la carroza número 16, habíamos recogido un generosa bolsa de caramelos variados. En total eran más de 70 carrozas, así que imaginaros si os quedáis hasta el final. La gente va con bolsas, para rellenarlas, y el truco es ir con un paraguas. Lo abren, lo ponen al revés, y así cazan más caramelos al vuelo. (Sólo un alemán puede hacer eso).

Para daros más datos, he de contaros que el carnaval empieza el 11 del 11 a las 11 y 11 de cada año. Así que si estás por Düsseldorf y ves a un grupo de disfrazados a partir de Noviembre, no te extrañe, es que ya están celebrando el carnaval.

El sábado disfrutamos desde las 14h00 de un espectáculo organizado por el cole de los peques y protagonizado por los alumnos, entre ellos Andrea y Sofía. Fue una tarde muy agradable y podéis ver unas cuantas fotos en nuestra web.