2 de marzo de 2006

Hellau!!!

Ese es el grito de guerra de los habitantes de Düsseldorf durante los cuatro días de fin de carnaval. Te hartarás de oírlo a cada paso que realices entre la muchedumbre que llena las calles. Su significado no es más que un Hola, pero dicho en forma jocosa y deformada, como todo lo que ocurre en estos días.

Los carnavales son en Düsseldorf muy celebrados. Ellos dicen que por orden de importancia son Düsseldorf, Köln y Río de Janeiro. Una vez vivido, os puedo contar que no es para tanto, y que aunque participa muchísima gente, la calidad de los disfraces y de las carrozas no tiene nada que ver con la de los Brasileños, ni tan siquiera comparable con la de los de Santa Cruz de Tenerife.

Todo empieza el Jueves. Es el día de las mujeres, o como las llaman aquí para la ocasión: las Moneen. Ellas inauguran el periodo de cuatro días de fiesta. A las 11h11 se juntan en la plaza del ayuntamiento y, con el saludo del alcalde se inician estos días de fiesta y lujuria.

Durante el viernes y sábado se suceden varios acontecimientos y fiestas, organizadas por las múltiples asociaciones y clubes de la ciudad.

El domingo es el día de fiesta de disfraces en la Königs Allee (Para los que todavía no nos han visitado y recibido la estupenda visita turística a la ciudad por parte de mi mujer, se trata de la Gran Vía de la ciudad).

Para ello se han preparado todos los comercios de la calle, reforzando y tapiando sus escaparates con madera. Como en San Fermín. La verdad es que lo hacen con razón, pues durante todo el día se va a juntar toda la ciudad, cada uno disfrazado y lo más importante, dando rienda suelta a la ingesta de alcohol, preferiblemente en formato de cerveza. Se beben de medio en medio litro de cerveza hasta reventar. Al principio es divertido, pero luego se vuelven totalmente incontrolables y agresivos, así que mejor no meterse con ellos. Y ese es el fin de carnaval: beber hasta reventar.

El Lunes, que es llamado Rosenmontag (lunes de rosas), recorre toda la ciudad el tren de carnaval. Este año medía 6,5 km de largo. No son más que todas las asociaciones de la ciudad, cada una con su carroza, desde la cual tiran el elemento más preciado de este día: los caramelos.

Nosotros, estuvimos allí con las peques y para la carroza número 16, habíamos recogido un generosa bolsa de caramelos variados. En total eran más de 70 carrozas, así que imaginaros si os quedáis hasta el final. La gente va con bolsas, para rellenarlas, y el truco es ir con un paraguas. Lo abren, lo ponen al revés, y así cazan más caramelos al vuelo. (Sólo un alemán puede hacer eso).

Para daros más datos, he de contaros que el carnaval empieza el 11 del 11 a las 11 y 11 de cada año. Así que si estás por Düsseldorf y ves a un grupo de disfrazados a partir de Noviembre, no te extrañe, es que ya están celebrando el carnaval.

El sábado disfrutamos desde las 14h00 de un espectáculo organizado por el cole de los peques y protagonizado por los alumnos, entre ellos Andrea y Sofía. Fue una tarde muy agradable y podéis ver unas cuantas fotos en nuestra web.

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