Tras el nacimiento de nuestra primera sobrina, Raquel debía visitarla par conocerla, por lo que se reservó una semana para volver a España. Esa semana hicimos intercambio: mandamos a Raquel y a cambio recibimos a Mamé. Y la semana siguiente devolvimos a Mamé a España y esta vez recibimos a cambio a Raquel y a abuela Fausta.
Para nosotros fueron dos semanas muy entretenidas, sobre todo para los peques que recibieron grandes dosis de mimos y cariños.
Además como se acercaba el cumple de las niñas, estas no pararon de recibir reagalos, y Marco también se llevó alguno de rebote.
Mamé nos hizo unas buenas comidas y cenas, que nos hicieron chuparnos los dedos.
Con ambas aprovechamos para pasear y tomar el aire por la ciudad.
Abuela Fausta disfrutó de las grandes explanadas de hierba y del frondoso de los bosques.
Pero mejor os dejo unas cuantas fotos de sus estancias:
Mamé en Düsseldorf
Abuela Fausta en Düsseldorf
8 de junio de 2007
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