Hace unos meses, descubrimos que en uno de los lagos al sur de Düsseldorf, había una escuela de windsurf. Como es un deporte que he practicado mucho de joven y que se que es relativamente rápido de aprender, y como Raquel se mostraba interesada, le recomendé que lo hiciera.
Ahora en Junio, con mejor temperatura, se decidió junto con una amiga a realizarlo. Era un fin de semana completo de 10h00 a 18h00. Empezaron con teoría y acabaron practicando lo aprendido. Raquel como buena alumna que es, ya supo el domingo ir y venir a diferentes puntos que se marcaba a lo largo y ancho del lago.
Ahora sólo le queda practicar, para lo que tiene una serie de horas a buen precio, y así podremos practicar juntos este deporte.
El sábado por la tarde fuimos, los peques y yo, a buscarla desde la otra orilla, por medio de un barco de pedales que alquilaban por horas. Raquel estaba impaciente esperándonos, pues se acercaba la hora de recogerla y no nos veía. No se imaginaba que bamos a aparecer vía marítima.
Aquí están las pruebas de sus proezas.
18 de junio de 2007
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